Vallejo, CDMX, 5 de octubre del 2025.
Aunque muchos intenten desacreditar a la Iglesia, la verdad de Cristo sigue brillando, porque la Iglesia no es obra humana: ¡es obra de Dios! Sus frutos, su doctrina, su santidad y su crecimiento, son testimonio visible de su autenticidad.
El fundamento genuino de la fe de la Iglesia de Jesucristo, descansa en las enseñanzas eternas de nuestro Señor y Salvador. Aunque muchos intenten desacreditarla o distorsionar su imagen, la Iglesia de Cristo se manifiesta cada día por medio de sus obras, conforme a su identidad divina.
La Iglesia de Cristo no se fundó en un siglo ni en una nación; su origen no está en Roma, ni en Jerusalén, ni en Estados Unidos ni en una Supra Cultura, Su origen es Cristo.
¡La fe que hemos recibido no se debilita ante los cuestionamientos! ¡ni se apaga por falsas acusaciones! ¡Es la obra de Dios la que respalda a su santa Iglesia! ¡y es su Palabra inmutable la que confirma que seguimos caminando en la verdad!
Nuestra fe no se apaga con el viento,
porque está encendida por el fuego del Espíritu Santo.